[SANDBOX] Banquete en Althemyr [ABIERTA]

Clase social requerida: Cualquiera (Los ciudadanos deberán colarse)
Clasificación: Grupal
Dificultad: Media [Riesgo de ser arrestado si eres ciudadano]
Descripción: Un banquete ha sido convocado por parte de la Casa Snuf, algunos de los mejores diplomáticos y hombres más carismáticos de Casthalan. Un banquete es un excelente lugar para conocer nuevas personas y forjar relaciones con los nobles del Reino. Muchas veces los banquetes son los lugares ideales para encontrar una pareja también. Diviértete en el banquete y busca aquello que deseas.

Objetivos: Entra al banquete y busca algo que hacer, el sandbox para tu personaje concluye cuando quieras irte

Recompensas:

* Variadas dependiendo de lo que hagas

Renombre y honor:

* Ciudadano:
Variado dependiendo de lo que el ciudadano realice

* Noble
Variado dependiendo de lo que el noble realice

La Casa Natius se enteró del banquete que va a realizarse en oriente, en Althemyr, por lo que por cuestiones diplomáticas las damas del norte se dirigen hacía dicho banquete, entre ellas Lady Dariel, quien representa a su familia en tan augusta asamblea. Al llegar es recibida por uno de los guardias de los Snuf, a quien saluda educadamente haciendo un gesto formal y permite que le escolte hasta el interior. Una vez dentro, se puede observar una hermosa mansión con vistas hacía la playa, digna de la Ciudad de Althemyr. El anochecer ha caído y los nobles del reino se encuentran cenando, por lo que toma asiento y comienza su platillo de una forma fina y estilizada.

A las puertas de la imponente mansión llegan tres jinetes, uno con una hermosa águila en una pequeña jaula. Al llegar a la entrada uno de los tres jinetes decide hablar:

- Ante ustedes, lord Ulrich Ragborn, señor del trueno y protector del suspiro de imrag, trae una hermosa águila como regalo para el cabeza de familia.

Los guardias al oír al escolta, se proponen a recibir el regalo y llevar los caballos al establo.

Al entrar a la misión Ulrich se da cuenta de que (Como acostumbra) había llegado tarde. Y la mayoría de los invitados estaban terminando de cenar. Por lo que este sin mas remedio decidió solo sentarse en los asientos del comedor real a acompañar a los demás nobles

- Malditos burócratas, los odio. -Pasaba por la mente del joven lord mientras esperaba a que los desconcertados pajes le sirvieran la comida.

Entre bocado y bocado, el joven divisó que justo frente a él se encontraba una hermosa muchacha rubia. Sin el suficiente coraje como para hablarle , solo se limitó a seguir comiendo.

Entre risas fingidas, bocados de su platillo y miradas hacia la anteriormente mencionada dama. Ulrich recibe una carta un poco extraña del lord, al leerla atentamente le hace una seña a sus guardias que, inmediatamente ponen marcha hacia donde estaba acordada la reunión.

Una vez acabando de cenar, Lady Darial se levantó de forma refinada y caminó hacía el balcón principal del Palacio de Althemyr. Era una vista magnífica, se podía apreciar un aterceder color naranja que inspiraba pasión por el horizonte, junto con los barcos navegando a través del golfo triunviral y una ligera brisa marina recorriendo el rostro de la dama norteña, era todo un espectáculo que no se veía en sus tierras.
Notó tiempo atrás como varios de los nobles hablaban sobre ella, aunque mostró desinterés en la mayoría debido a su reputación, al poderío de sus casas o simplemente a su apariencia física. Se mantuvo vigilando el horizonte mientras disfrutaba del momento.

Lord Ulrich escuchó atentamente al otro lord, tras este haber terminado de hablar procedió con su respuesta;

Hablas de enriquecernos con títulos, oro, poder y tierras. Pero otra cosa es si cumpliras dicha promesa. Los otros nobles. Basura, que no respetan ni las costumbres ni los modos de un verdadero líder aceptaron ciegamente, sólo unos pocos se dieron cuenta de la mentira que se escucha entre casa frase que has dicho. Ni títulos ni poder, muerte y mentiras es lo único que en realidad has prometido, tus intereses propios están por encima de los intereses de tu gente y tus personas de "confianza". Le pido a cada noble, que reconsidere su palabra y se retracte. Y a los vasallos de esta vil serpiente, que el reino de antigua, el LEGITIMO protector de estas tierras. Tiene sus puertas abiertas, yo no les prometo riquezas, poder ni tierras. Pero les prometo un futuro, un futuro para sus hijos y sus familias. El resto lo dejo a conciencia de ustedes, apoyar al usurpador, o a los legítimos y soberanos dueños de estas tierras.

Tras su fallido intento de traer gente al reino, Ulrich procede a buscar a la hermosa chica antes mencionada, ya lleno de valor por la adrenalina acumulada anteriormente

Lady Darial observa a un apuesto lord que la había estado observando antes durante el banquete, por lo que lo saluda delicadamente y hace una leve reverencia, sonriendole gentilmente.

- Mi lord, es un honor tenerlo de frente. He escuchado sobre usted, es el señor de Bastión del Trueno. ¿En qué puedo servirle? - dije con suma cortesía mientras le miraba con una sonrisa cordial

Buenos días dulce doncella, venía aquí por dos razones. La primera. Saber su nombre, y la segunda, saber si su padre me permite cortejarla

Decía Ulrich mientras mediante una reverencia besaba la palma de su mano delicadamente

La dama del norte se ruborizaba ante las palabras que le decía el atrevido lord, por lo que le acestaba una bofetada fuertemente en la mejilla derecha haciendo doblegar su cara de lado a lado.

- ¡Sucio, atrevido, ni siquiera le conozco! - decía Lady Darial dándose media vuelta y marchándose hacía otro lugar de la fiesta.

Algunos de los invitados se percataron del acontecimiento y voltearon a ver a Lord Ulrich como un depravado, aunque después volvieron a sus actividades.

Una roja marca de cinco dedos quedo en la mejilla de Ulrich, quien solamente soltó una pequeña risa al ver la obstinada respuesta de la dama

Ella no lo sabe, pero va a ser mi esposa - replicó Ulrich mientras reía lentamente.

Se encaminó Ulrich lentamente hacia la dama para tratar d e hacerle conversación de nuevo.

La dama norteña se encontraba cerca de uno de los pilares de la mansión conversando con algunas de las otras damas nobles del Reino de Antigua.

- Sí, la verdad es que Ser Talos Seant es bastante atractivo, ¿tu qué opinas Darial? - comentaba una de las damas sureñas

- También me parece bastante guapo, dicen que su padre, Lord Seant, es uno de los que mayor ingreso tiene en el pacto del golfo triunviral - comentaba Darial recordando sus estudios

- Pues a mí sinceramente me parece más guapo el hijo de Lord Stal. ¡Imagínate vivir en la Isla del Gato rodeada de sirvientes! - decía una de las nobles de la Casa Tarm al paso que todas soltaban una risita.

De pronto, Lady Darial notó la presencia de alguien a sus espaldas, dándose la vuelta solo para percatarse de era Lord Ulrich Ragborn quién la buscaba.

- ¿Y ahora qué quieres, patán? - decía Lady Darial dándose media vuelta y dando la espalda a Lord Ulrich mientras se mantenía concentrada en su conversación con las otras damas.

El hombre que mediante una sonrisa de pena y mientras la mira directo a los ojos le responde;

Vine a disculparme mi señora, a lo mejor usted me mal entendió, mi intención era la de conocerla, por supuesto si usted me lo permite. Usted me parece una persona muy refinada y hermosa.

Darial se ruborizaba durante unos instantes y tapaba su boca con su mano izquierda en señal de timidez e intercambiaba miradas con las damas con las que se encontraba hablando.

- Mis disculpas, mi lord. No debí haberme comportado así - decía delicadamente Lady Darial sujetándole de la muñeca durante un momento y llevándolo al corredor, donde pudieran hablar más tranquilamente

Mi señora, le pido disculpas formalmente por mi anterior comportamiento, debo atender asuntos urgentes. Pero no quiero perder contacto con usted mi señora, me encantaría conocerla a fondo. Le aseguro que tendrá noticias de mi pronto, espero que disfrutes el banquete.

Decía Ulrich que, mientras le daba un beso en la mano a la hermosa señora le hacia una señal a sus jinetes para abandonar el banquete

Darial parecía apenada por la situación y se ruborizó por la caballerosidad de Lord Ulrich. La dama del norte era llamada por su hermano Ser Jacen Natius, por lo que abandonó el banquete después de la situación.